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domingo, 27 de julio de 2014

Diagnóstico de la Endometriosis en Ovario. Endometrioma

El diagnóstico por a imagen más utilizado en la ginecología es la ultrasonografía transvaginal, que puede ser complementada con la ecografía abdominal para la evaluación de masas voluminosas y permite explorar el hemiabdomen superior y el sistema urinario. La sensibilidad de la ecografía en endometriosis ovárica varía entre el 80 y 90% y su especificidad entre el 60 y 98%. En este sentido hay que resaltar que hasta el 20% de las masas sospechosas de ser endometriomas, pueden ser quistes ováricos con contenido de hemosiderina, pero que tras la extirpación quirúrgica no se confirme histológicamente la presencia de tejido endometriósico. 

 

Existen tres tipos de endometriomas definidos por las características por ultrasonido

a) Patrón típico homogéneo con baja ecogenicidad y pared gruesa (tipo I), que son los más frecuentes y fáciles de diagnosticar por ecografía

b) Heterogéneos de ecogenicidad mixta y con contenido intraquístico (tipo II)

c) Homogéneos anecoicos (tipo III). 


La ecografía doppler puede ayudar en el diagnóstico de la endometriosis ovárica, ya que el mapa color demuestra un patrón anormal de vascularización en periferia con ausencia de vascularización intraquística. El diagnóstico diferencial con la patología tumoral maligna anexial mediante ultrasonografía doppler es de mayor utilidad en las formas de presentación con patrón heterogéneo ecográfico.

 

El CA125 es el marcador tumoral más utilizado en el diagnóstico y seguimiento de las pacientes con endometriosis. Existen ciertas condiciones, como es el caso de la presencia de hepatopatías o el consumo de tabaco, que aumentan su nivel por lo que es necesario aplicar correcciones específicas de los rangos de normalidad. Su sensibilidad y especificidad en pacientes con endometrioma ovárico es del 47% y 89% respectivamente. Sin embargo, su sensibilidad para los estadios iniciales con endometriosis peritoneal superficial baja hasta el 28%, por lo que su utilidad para el diagnóstico precoz de enfermedad es más limitado. Su utilización en el seguimiento de la enfermedad y el diagnóstico de recidiva puede así mismo ser de utilidad y permite diferenciar las recurrencias ováricas de otra patología funcional ovárica, como los quistes hemorrágicos o folículos luteinizados no rotos, que se presentan con cierta frecuencia en las pacientes afectas por la enfermedad.